Jennifer Lawrence, Jennifer Aniston, Kim Kardashian, Mila Kunis, Angelina Jolie, Victoria Beckham o Eiza González son unas de las tantas celebridades que han despertado la curiosidad de muchos al aparecer con algo distinto en su aspecto físico. Varios se preguntan si han adelgazado o si se trata de una operación estética. En realidad es una bichectomía.

Nos referimos a una intervención de cirugía estética que consigue el efecto de un rostro más delgado. Aunque mayoritariamente son mujeres las que se someten a esta operación, también muchos hombres famosos han querido renunciar a su rostro redondo. Según la página web de Bichectomía, Tom Cruise, Ricky Martin, Brad Pitt o Enrique Iglesias también han dejado sus cachetes voluminosos para tener una estructura facial más fina y definida.

Esta operación, una de las más demandadas por famosas, recibe el nombre de bichectomía. Mientras que los hombres persiguen un mentón y mandíbula cuadrados para conseguir un aspecto más masculino, las mujeres buscan reducir la redondez de la cara. Esto se hace mediante la extirpación de la Bola de Bichat o Bolsa de Grasa Bucal, una estructura anatómica localizada en la región media e inferior de la mejilla. Estas bolas tienen su función, ya que lubrican la musculatura masticatoria y juegan un papel en la mímica facial.

Como es de esperar, la denominación “bichectomía” proviene de las bolas de Bichat. Pero a quien deben sus nombres estas bolas es al anatomista francés Marie Fracois Xavier Bichat, quien demostró que se trataba de una bolsa de grasa y no de una glándula. Resultan prescindibles, por lo que muchos deciden modificar su cuerpo renunciando a ellas para potenciar sus pómulos y conseguir así un rostro ovalado.

¿En qué consiste la bichectomía?

La bichectomía consiste en la extirpación de las bolsas grasas de Bichat. Es la reducción quirúrgica del exceso de grasa de las mejillas que se realiza mediante una incisión de 1,5 cm en el lado interno de cada una de ellas. Se obtiene un rostro más definido con un efecto de adelgazamiento sin cicatrices visibles, ya que se realiza desde dentro de la boca. Se extrae de forma controlada la grasa que está por debajo del músculo hasta obtener el resultado deseado en cada paciente. El cierre posterior se realiza con suturas reabsorbibles y no se necesitan vendajes externos.

La operación promedio no dura más de dos o tres cuartos de hora, por lo que no es necesaria la hospitalización del paciente. Aunque se recurre a la anestesia local, y, en algunos casos a la sedación, los profesionales aseguran que no se trata de una cirugía especialmente molesta, siempre que el paciente se controle el tratamiento postoperatorio con sus respectivos analgésicos y hielo. Seguir las instrucciones de los médicos es indispensable para evitar complicaciones o la prolongación innecesaria de la recuperación.

Los síntomas después de la intervención

Después de la bichectomía solamente se necesita ingerir una dieta blanda durante una semana aproximadamente. Además de esto, como se ha mencionado anteriormente, deben controlarse los analgésicos y ayudar a las zonas inflamadas con hielo. Son las recomendaciones más frecuentes, pues los síntomas más comunes de la bichectomía es la percepción del paciente de que una de las mejillas muestra mayor induración que la otra. Poco a poco irá reduciéndose este efecto, que puede prolongarse como mucho un par de semanas.

Esta operación está contraindicada en personas con la cara muy alargada, poco relieve en el pómulo o con flacidez. Además, existe una creencia popular de que al ser una técnica de adelgazamiento facial, solo se realiza en personas que sufren de obesidad, pero esto no es cierto.

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