Un estudio publicado en Neurology Open Access advierte que la combinación de caries y enfermedad periodontal puede aumentar hasta en un 86% la probabilidad de sufrir un derrame cerebral isquémico, el más común de los accidentes cerebrovasculares.
La investigación, encabezada por el neurólogo Souvik Sen de la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos, siguió durante más de veinte años a casi 6,000 adultos estadounidenses de entre 50 y 70 años, dentro del proyecto ARIC (Atherosclerosis Risk in Communities).
Los resultados mostraron que quienes padecían simultáneamente caries y enfermedad periodontal tenían el doble de riesgo de sufrir un derrame cerebral en comparación con quienes mantenían una buena salud bucal. Incluso al considerar factores como la edad, el tabaquismo, la obesidad o la hipertensión, la asociación se mantuvo.
Los especialistas señalan que la clave podría estar en la inflamación crónica generada por estas infecciones, capaz de extenderse al torrente sanguíneo y afectar las arterias. Este proceso favorece la formación de coágulos y obstrucciones que derivan en accidentes cerebrovasculares trombóticos y cardioembólicos.
La buena noticia es que la prevención funciona: quienes visitan regularmente al dentista tienen un 81% menos de probabilidades de presentar caries y enfermedad periodontal al mismo tiempo, y un 29% menos de sufrir enfermedad periodontal sola.
Aunque el estudio no demuestra una relación causal directa, sí plantea una conexión biológicamente plausible.
Por ello, los investigadores recomiendan incluir la salud bucal dentro de las estrategias de prevención cardiovascular, especialmente en poblaciones con alto riesgo de accidente cerebrovascular.
