Investigaciones recientes revelan que una mala higiene bucal podría tener consecuencias mucho más allá de las caries o las encías inflamadas: podría aumentar el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Según un artículo publicado en The Conversation, las bacterias que se acumulan en dientes y encías pueden viajar por el cuerpo y alcanzar órganos tan sensibles como el corazón y el cerebro. En particular, se ha observado que la enfermedad periodontal —una inflamación crónica causada por la acumulación de placa bacteriana— puede desencadenar procesos inflamatorios sistémicos que afectan la salud cerebral.

De la boca al cerebro

La microbiota oral está compuesta por unas 770 especies de bacterias que, en condiciones normales, conviven en equilibrio. Sin embargo, cuando ese equilibrio se rompe —por falta de higiene, tabaquismo o enfermedades—, algunas bacterias como Porphyromonas gingivalis pueden proliferar y liberar toxinas que activan el sistema inmune.

Estas toxinas, junto con las moléculas inflamatorias que genera el cuerpo para combatirlas, pueden llegar al torrente sanguíneo y alcanzar el cerebro. Allí, podrían contribuir a la acumulación de proteína beta-amiloide, una de las principales marcas del Alzheimer, y a la neuroinflamación que deteriora la memoria.

Evidencia preocupante

Estudios en animales han demostrado que la exposición prolongada a toxinas de P. gingivalis genera deterioro cognitivo. En humanos, se ha detectado hasta siete veces más bacterias orales en los cerebros de personas fallecidas con Alzheimer que en aquellos sin la enfermedad.

Además, los datos son contundentes: una persona con periodontitis no tratada tiene 2,5 veces más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y casi tres veces más probabilidades de padecer enfermedades cardíacas.

Cuidar la boca para cuidar la mente

Aunque el Alzheimer tiene múltiples causas -genéticas, ambientales y relacionadas con el estilo de vida-, el cuidado de la salud bucal empieza a ganar protagonismo como factor preventivo.

Dedicar unos minutos al día a la higiene oral podría ser una inversión silenciosa pero poderosa en la salud cerebral a largo plazo. Porque cuidar nuestros dientes no solo protege la sonrisa: también podría ayudar a preservar los recuerdos.

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Malilla Dental
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